domingo, 17 de junio de 2007

Nada serio

Dejar esta ciudad
no es nada serio.
Pensar en llamar,
escribir aikus cotideanos,
esperar por tu presencia,
no es nada serio.

Deberían crucificar
a este fariseo,
porque no sabe lo que hace,
porque no sabe porqué ama,
porque ha coleccionado máscaras
y las ha repartido a destajo.

Nada es demasiado serio
en estos tiempos
y sin embargo, mis imágenes
lloran sangre,
porque a través de estas manos
se diluye la vida.

Ella no se merece
que juegue con sus labios.
La gente suele sufrir
con el corazón al desnudo
y eso no es nada serio.
Así lo practicas
verdugo de sueños.

Devuelve todo
lo que se te ha dado.
Se irán todos esos recuerdos
a pedazos y lágrimas.
Mal, mal chico.
Se acaba el mundo
y te tocará gritar solo.

Pensar en ti
no es nada serio.
Imaginarte en bragas
con tu lengua en mi oído.
Hacerte realidad
en el peor de los antros
(y pensar que es romántico).

No,
eso no es nada serio.

Darte todo lo mío,
repartir pétalos en la cama
decorar tu cuerpo con baratijas.
Te declaro reina por un día,
en mi trono de segunda mano.
Sigues sonriéndome
mientras sigo pensando
que esto...
no es nada serio.